EL ELEMENTO

EL ELEMENTO

(Robinson, Ken)

Cuantas veces nos hemos preguntado ¿y si me dedico a…? ¿Qué tal si hubiera seguido con las clases de…? ¿Mejor hubiera estudiado…? Y al decirlo en nuestro rostro se refleja una mirada nostálgica que delata un viejo u oculto interés por hacer alguna actividad diferente a nuestra profesión.

En “El Elemento”, se nos habla acerca de la importancia que se debe de dar a nuestros intereses y gustos en diferentes etapas de la vida, de cómo impulsar a los niños y adolescentes (y porque no, también a los adultos mayores) a que busquen y trabajen duro por encontrar su Elemento.

El Elemento significa ser quien eres realmente, esto es “hacer lo que haces bien y te entusiasma”  y con esto alcanzar tus metas, por lo que te llenas de logros y satisfacciones que hacen que encuentres un sentido diferente a la vida.

Para poder comenzar a buscar nuestro Elemento, es indispensable identificar, primeramente, cuáles son nuestras habilidades y pasiones, en esto, desafortunadamente, no se cuenta con el apoyo de las escuela, como podría llegarse a pensar, debido al sistema escolar limitado tanto en sus formas de enseñanza como en su forma de evaluación, en donde se restringe el pensamiento creativo en el ser humano desde muy temprana edad, en vez de ayudar a desarrollar esas aptitudes naturales que se empiezan a vislumbrar, en muchas ocasiones, desde el Jardín de Niños, al observar a pequeños mozarts o leonardos haciendo sus primeras obras.

Entonces, el Elemento es aquel punto de encuentro entre las aptitudes natas y los gustos personales, es por ello que un lugar adecuado para ayudar a identificarlo debería ser la escuela, en donde se evalúa el conocimiento y la inteligencia, pero solo de cierto tipo y con ciertos parámetros. En el libro se menciona que existen múltiples inteligencias: inteligencia analítica, inteligencia creativa e inteligencia práctica. La primera hace referencia a la capacidad de solucionar problemas a través de las aptitudes, siendo la más valorada en las escuelas a través de pruebas estandarizadas. La segunda se caracteriza por encontrar soluciones originales a diversos problemas, es decir, con métodos poco comunes. La tercera se refiere a como enfrentamos los problemas que se presentan en la vida diaria. La pregunta que nos hace el autor a partir de la explicación de los tipos de inteligencia es ¿de qué modo eres inteligente?, con esto nos hace reflexionar respecto a las características de la inteligencia humana, es heterogénea, al mostrarnos que hay varias formas, es dinámica, ya que se utilizan diferentes zonas cerebrales para cada de una de ellas, además de ser peculiar, es decir, única en cada persona por lo que es utilizada de manera diferente.

La creatividad juega un papel de suma importancia en el camino de encontrar nuestro Elemento, entendida como el proceso de tener ideas originales que tengan valor, no solo es tener imaginación para lograr algo, es aplicar esas ideas y que resulten funcionales para lograr nuestros objetivos de vida, aun cuando esas ideas impliquen cambiar la rutina o las formas de realizar las cosas de manera convencional.

Una vez que ya hemos identificado nuestro Elemento, necesitamos desarrollarlo en el escenario adecuado, un escritor de literatura para niños no puede desenvolverse si trabaja en un periódico de economía, aun cuando el trabajo es redactar. Si tengo pensado estudiar una profesión relacionada con las ciencias naturales, lo mejor será identificar cuáles son las universidades mejor especializadas en el área. Al estar ubicados en la zona apropiada también podremos relacionaros con personas que también encuentran apasionantes mis mismos gustos, con enfoques diferentes desde su perspectiva, aplicando su inteligencia (diferente a la mía).

En la búsqueda del Elemento, encontraremos muchos obstáculos, tanto personales, como sociales y culturales, sin embargo, vale la pena arriesgarse por lo que se quiere y se tiene certeza de que se hace bien. Es por esto que se debe buscar un mentor, persona o institución que esté dispuesta a apoyarnos y orientarnos en nuestro camino, alguien que reconozca nuestras habilidades y aptitudes y nos impulse a seguir reforzando nuestras capacidades, que nos haga creer que podemos lograr algo a partir de nuestra realidad y los recursos con los que contamos.

Se tiene que considerar también que no siempre es el momento adecuado debido a que las condiciones no son las idóneas, pero tener en cuenta que ese tiempo llegará, entendiendo la diferencia de cada ambición, es decir, ver la posibilidad de que un sueño se haga realidad, no puedo pretender ser bailarina profesional de ballet a los 30 años cuando sé que para eso se requiere de un entrenamiento desde temprana edad. Esto nos lleva a pensar que el Elemento no necesariamente tiene que ser la actividad principal en nuestras vidas, o la que nos sostenga económicamente, puede verse o desempeñarse como un hobbie, sobre todo cuando es algo que anhelamos realizar pero que las condiciones no se apegan a nuestra realidad, tal vez no pueda llegar a ser  bailarina profesional de ballet pero puedo tomar una clase para amateurs, lo importante es poder realizar lo que siempre me ha apasionado y sé que hago bien.    

Para finalizar, el autor nos invita a reflexionar respecto a la transformación del modo de conceptualizar la educación en las escuelas de educación básica, los métodos de enseñanza tienen que tener un enfoque de personalización, tomando en cuenta que cada individuo es diferente, así como sus capacidades y su forma de aplicar la inteligencia, el evaluar solo con pruebas estandarizadas limita las posibilidades de que se desarrollen talentos y/o destrezas que no forman parte de la curricula escolar y que tal vez muchos de los niños que describimos como inquietos porque no pueden estar sentados más de 2 minutos, o retraídos porque solo quieren pasar el tiempo dibujando, necesiten ser direccionados a actividades que desarrollen esas aptitudes naturales y que a la par, al canalizar sus intereses al espacio apropiado, mejore su conducta o actitud en la escuela. Hay que tomar en cuenta que también hay condiciones para alcanzar el elemento que se encuentran en nuestro interior, nuestra motivación debe estar activa en todas las actividades que realicemos:

“La motivación es como el alimento para la mente. No puedes tener suficiente en una sola comida. Necesita ser alimentado continua y regularmente” Peter Davies.

 

Bibliografía.

·         Robinson, Ken. EL ELEMENTO. Barcelona, España. 2009. ED. Grijalbo. 359 pp.

 

Elaboró: T.S. Esther Rivera Flores